sábado, 7 de junio de 2008

EL POEMA DE DIOS



¿Qué es el hombre, para que lo engrandezcas,

Y para que pongas sobre él tu corazón,

Y lo visites todas las mañanas…?

Job 7:17ss.

Introducción:

Es de todos conocidos que en el billete de 100 pesos, hay un hermoso poema del rey poeta Nezahualcóyotl de Texcoco. Su poema se titula Mi hermano el hombre y dice así:

Amo el canto del Zentzontle

Pájaro de cuatrocientas voces

Amo el color del jade

Y en enervante perfume de las flores

Pero amo más a mi hermano el hombre

Aquí Nezahualcóyotl manifiesta lo que era más importante en la vida de un poeta nahua, la flor y el canto. Flor y canto eran el símbolo de la felicidad suprema, de la felicidad por antonomasia. Pero por encima de la flor y el canto se encontraba el propio ser humano. Nezahualcóyotl, huey tlatoani de Texcoco, dice, pero por encima de todo eso, “amo más a mi hermano el hombre”.

Desarrollo:

La Palabra de Dios nos enseña que las bellas artes son producto del hombre, el cual manifiesta el ser imagen y semejanza de Dios al crear también él, cosas hermosas. La Biblia enseña que fueron los descendientes de Caín, quienes como pastores nómadas empiezan a practicar la ganadería (Jabal), crean la música (Jubal) y también la herrería (Tubal-caín; Gn 4:20-22). En ese sentido, las Escrituras nos muestran cómo el hombre es co-creador con Dios, de belleza y arte. La poesía es parte de la belleza, a través de ella expresamos sentimientos, pensamientos y estados de ánimo. ¡Dios ha creado todo lo bello! ¡Te ha creado a ti!

Si el hombre está hecho a la imagen y semejanza de Dios, eso significa que Dios crea cosas bellas y hermosas para su propio deleite y gozo. Hombre y mujer somos “imagen y semejanza de Dios” (Gn 1:26-27; 5:1-2; Stg 3:9). Cuando Dios fue formando todas sus obras de creación, la Biblia menciona una acción de Dios, está en los siguientes versículos (Gn 1:4, 10, 12, 18, 21, 25). Esa frase es: “Y vio Dios que era bueno”; pero es sólo hasta que Dios crea al ser humano que la frase cambia (Gn 1:31), “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera”. El ser humano en cuanto “imagen y semejanza” de ese Dios creador, le viene a dar pleno significado a la creación. Ésta no estaría completa si el hombre no hubiera sido creado. ¡El ser humano es corona de la creación!

Como veremos a continuación, Dios es un poeta y nosotros somos su poema. Así lo dice Pablo en Efesios 2:10.[1] Ninguna traducción logra verter toda la fuerza del idioma griego original, porque cuando dice que “somos hechura suya”, el griego literalmente dice: “somos su poema”. En ese sentido, somos la obra de arte de Dios, somos la obra maestra de Dios. Su Palabra dice que Él nos hizo un poco menor que los ángeles, que Él nos coronó de gloria y de honra (Sal 8:5). Otra traducción dice: “Lo hiciste apenas inferior a un dios, lo coronaste de gloria y esplendor” (Biblia del Peregrino). Esto es maravilloso, y tiene profundo significado para nuestra vida, porque ser el poema de Dios, quiere decir que somos por mucho, superiores a cualquiera otra obra de la creación. Dios quiso ponernos muy por encima de sus criaturas, muy por encima de sus obras de creación (Sal 8:6ss).

Aquí encontramos la alta dignidad en la que Dios nos puso, el gran honor que nos concedió. El Salmo 8 inicia y concluye con una exclamación de profunda admiración ante la grandeza de Dios (vv. 1 y 9). El salmista se pregunta una y otra vez, ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él? ¿Qué es el ser humano para que lo visites? ¿Qué es el hombre para que en él pienses? ¿Qué es el ser humano para que lo estimes? (Sal 144:3). Y la propia Palabra de Dios responde: el ser humano es el poema de Dios. ¡Somos el poema de Dios! El hombre es poesía divina. El Nombre de Dios es glorioso en toda la tierra, porque sobre ésta se encuentra su representante, su imagen y semejanza: el hombre, el ser humano. ¡Qué maravilla! Usted jamás debe sentirse menos, nunca debe considerarse inferior porque usted es el poema de Dios. ¡Dios lo tiene en altísima estima!

Quiero terminar este sermón de antropología bíblica con un poema de un poeta colombiano de nombre César Abreu Volmar, titulado Somos tu poema:

Quise escribir el mejor poema
pero tú lo habías hecho, Señor.
Y quise encontrar la mejor palabra
pero tú eres la Palabra por excelencia.

Somos tu poema
escrito con amor
y con sangre de tu Hijo,
de tu propio corazón.

El mundo es tu parto de palabras,
somos las sílabas de tu gran canción.
Somos tu poema

Pbro. Emmanuel Flores-Rojas.


[1] 10aujtou` gavr ejsmen poivhma, ktisqevnte" ejn Cristw`/ jIhsou` ejpi; e[rgoi" ajgaqoi`" oi|" prohtoivmasen oJ qeo;", i{na ejn aujtoi`" peripathvswmen.

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